Si alguien piensa que en política se da puntada sin hilo debe hacérselo mirar a la mayor urgencia posible. Le recomiendo consulta privada por eso de las listas de espera.
La población musulmana como la de otros emigrantes, se considera proclive a las ideologías de izquierda. Además, es la mano socialista la que “regala” papeles en estos momentos. La permisividad del actual gobierno con esta población es manifiesta: ayudas, terrenos para mezquitas, prioridad de estudios de árabe en las escuelas, Alianza de las Civilizaciones...
El permitir que los emigrantes voten es un proyecto electoral estrella de los socialistas, que pretende compensar con esos votos foráneos su declive y pérdida de apoyos entre los españoles, a los que ha maltratado desde el poder.
Zapatero y sus secuaces desconocen el Islám. Si ni siquiera han leído la Biblia, menos aún han leído el Sagrado Corán (Al Qur'ān Al Karīm) con sus 14 azoras o secciones y sus 6.236 aleyas o versos. El apoyo socialista al Islám en España se sostiena en dos columnas: el interés por los votos y el odio al cristianismo, doctrina que propicia la libertad individual, nada fácil de controlar por el poder político.
El musulmán difícilmente se integra en los países donde emigra. Son países de los que únicamente les interesa su dinero, pero a los que no aman y, con frecuencia, odian. Cuanto más piadoso es el musulman, más intolerante se vuelve y más desprecia las otras culturas y religiones.
En España, donde ya tenían sus propias mezquitas y escuelas, acaban de fundar su propio partido político islámico. El Partido Renacimiento y Unión de España (Prune) fue presentado recientemente en Granada por Mustafa Bakkach El Aamarani. Se presentarán a las elecciones municipales de 2011 y aseguran que será acogido con adhesión y disciplina en las comunidades musulmanas de España, cada día más numerosas y aisladas en auténticos guettos. En Barcelona y Madrid, las representantes de PRUNE son mujeres.
Es más que probable que los ingenieros sociales y políticos del PSOE estén ya interviniendo en el PRUNE para sacar tajada y acorralar todavía más a la derecha. Sin embargo, juegan con fuego y, una vez más, reman en contra de los intereses de España. Lo comprobarán más temprano que tarde.
El nuevo partido tendrá efectos inmediatos sobre el mapa político español y, si cuaja, tendrá un peso importante como fuerza electoral. En Cataluña, donde se cerró las puertas a los emigrantes de habla hispana por miedo al idioma, sus efectos serán inmediatos y duros. No han querido recibir a ecuatorianos, colombianos y peruanos porque hablaban español y se encuentran con una nutrida y compacta población musulmana que se niega a integrarse y exige escuelas especiales, profesores propios para su idioma, comida especial y una drástica separación de chicos y chicas en la vida diaria.
Lo mejor del nuevo partido, su nombre: RENACIMIENTO y UNIÓN DE ESPAÑA, todo un ejemplo para muchos de nuestros politicastros, reacios a utilizar el nombre de España en el léxico político.
¡As salamu alaikum ua rahmatullahi ua barakatuhu!
Ligur
La población musulmana como la de otros emigrantes, se considera proclive a las ideologías de izquierda. Además, es la mano socialista la que “regala” papeles en estos momentos. La permisividad del actual gobierno con esta población es manifiesta: ayudas, terrenos para mezquitas, prioridad de estudios de árabe en las escuelas, Alianza de las Civilizaciones...
El permitir que los emigrantes voten es un proyecto electoral estrella de los socialistas, que pretende compensar con esos votos foráneos su declive y pérdida de apoyos entre los españoles, a los que ha maltratado desde el poder.
Zapatero y sus secuaces desconocen el Islám. Si ni siquiera han leído la Biblia, menos aún han leído el Sagrado Corán (Al Qur'ān Al Karīm) con sus 14 azoras o secciones y sus 6.236 aleyas o versos. El apoyo socialista al Islám en España se sostiena en dos columnas: el interés por los votos y el odio al cristianismo, doctrina que propicia la libertad individual, nada fácil de controlar por el poder político.
El musulmán difícilmente se integra en los países donde emigra. Son países de los que únicamente les interesa su dinero, pero a los que no aman y, con frecuencia, odian. Cuanto más piadoso es el musulman, más intolerante se vuelve y más desprecia las otras culturas y religiones.
En España, donde ya tenían sus propias mezquitas y escuelas, acaban de fundar su propio partido político islámico. El Partido Renacimiento y Unión de España (Prune) fue presentado recientemente en Granada por Mustafa Bakkach El Aamarani. Se presentarán a las elecciones municipales de 2011 y aseguran que será acogido con adhesión y disciplina en las comunidades musulmanas de España, cada día más numerosas y aisladas en auténticos guettos. En Barcelona y Madrid, las representantes de PRUNE son mujeres.
Es más que probable que los ingenieros sociales y políticos del PSOE estén ya interviniendo en el PRUNE para sacar tajada y acorralar todavía más a la derecha. Sin embargo, juegan con fuego y, una vez más, reman en contra de los intereses de España. Lo comprobarán más temprano que tarde.
El nuevo partido tendrá efectos inmediatos sobre el mapa político español y, si cuaja, tendrá un peso importante como fuerza electoral. En Cataluña, donde se cerró las puertas a los emigrantes de habla hispana por miedo al idioma, sus efectos serán inmediatos y duros. No han querido recibir a ecuatorianos, colombianos y peruanos porque hablaban español y se encuentran con una nutrida y compacta población musulmana que se niega a integrarse y exige escuelas especiales, profesores propios para su idioma, comida especial y una drástica separación de chicos y chicas en la vida diaria.
Lo mejor del nuevo partido, su nombre: RENACIMIENTO y UNIÓN DE ESPAÑA, todo un ejemplo para muchos de nuestros politicastros, reacios a utilizar el nombre de España en el léxico político.
¡As salamu alaikum ua rahmatullahi ua barakatuhu!
Ligur
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