El 15-M empezó a abrir los ojos a muchos ciudadanos y de paso abrió el camino de la verdadera participación de la sociedad en la política. Hasta entonces nuestra participación se reducía a depositar un voto en una urna cada cuatro años y si te he visto no me acuerdo. El clima de hartazgo social tuvo su válvula de escape en esa manifestación a la que siguieron otras muchas hasta culminar en el movimiento de la PAH que tantos desahucios evitó.
El accidente de Metro de Valencia que se saldó con mas de 40 muertos se silenció de manera repugnante por las autoridades amañando el proceso de investigación y la televisión autonómica con la ayuda de los profesionales que luego pedirían perdón se encargó de hacer el resto. Pero poco después fue rescatado del olvido y hoy es malestar generalizado plasmado en manifestaciones semanales en la Plaza de la Virgen que han dado como resultado la reapertura del caso y esperemos que un final justo para las victimas.
El caso de Gamonal es otro de los ejemplos del hartazgo social transformado en manifestación y protesta y como resultado paralización de las obras pretendidamente de primera necesidad. A la vez se descubren irregularidades entre el alcalde y el constructor. Lo de Madrid, mas de lo mismo.
Las constantes publicaciones contra el fraude de las Cajas de Ahorro, de las que este blog fue pionero, han dado como resultado lo que desde hace tiempo, mucho tiempo, aquí se comentaba, un saqueo en toda regla por parte de consejeros y directivos.
Las cosas van despacio pero van saliendo a la luz, hacen falta todo tipo de evidencias reflejadas en los medios, blogs etc... y en la calle para luego crear conciencia y acabar en manos de la justicia. Hoy nadie puede decir que esto es una simple crisis, había algo más como nos temíamos los que analizamos la realidad con mas o menos acierto. Había un enorme robo fruto de la ausencia de mecanismos impuestos por el sistema que permitía ejercer la actividad pública sin dar cuentas y con una gran impunidad.
Un mecanismo que no era casual pues es algo ancestral en nuestro sistema político, sencillamente anula la participación política de los ciudadanos. Un mecanismo que desde 1812 impide participar a la sociedad de manera que pueda clarificar la gestión de sus recursos. Un mecanismo que impedía esta participación mediante distintas barreras, desde el sufragio censitario de la época hasta el voto comprado del caciquismo o hasta la actual constelación de organizaciones satélites subvencionadas cuyo núcleo es el partido y que evitan que la sociedad tenga voz propia. Unas organizaciones que tejen una red clientelar y a la vez fabrican la agenda del debate a su conveniencia. Todo menos la realidad que interesa a la sociedad que son sus necesidades acuciantes y que son incapaces de solucionar. La sociedad en España siempre ha sido un estorbo, ha representado un elemento de inestabilidad política y por tanto de perturbación.
Ese sistema político con sus protecciones ha hecho posible grandes fortunas y grandes injusticias, hemos visto como auténticos chiquilicuatres han salido de sus cargos forrados, sus familias colocadas y un agujero detrás que ni los meteoritos que acabaron con los dinosaurios fueron capaces de hacer.
Hoy, la gente toma conciencia, faltaría no manipular estos movimientos en favor de partidos o ideologías que han sido el verdadero problema para que todos creyeran que es posible salir a la calle y conseguir los objetivos que no son otros que acabar con este sistema político que nos roba para seguir alimentado a toda una nueva generación de parásitos. Un nuevo sistema pasa por otro tipo de ciudadanos menos sectario, de convicciones mas profundas, con la ética como referencia, sin tanta retórica y con una visión totalmente distinta de lo que son las cosas, una visión de conjunto para que seamos todos y no los que piensan como él los que salgamos juntos de esta grandisima estafa.
Carlos RH
El accidente de Metro de Valencia que se saldó con mas de 40 muertos se silenció de manera repugnante por las autoridades amañando el proceso de investigación y la televisión autonómica con la ayuda de los profesionales que luego pedirían perdón se encargó de hacer el resto. Pero poco después fue rescatado del olvido y hoy es malestar generalizado plasmado en manifestaciones semanales en la Plaza de la Virgen que han dado como resultado la reapertura del caso y esperemos que un final justo para las victimas.
El caso de Gamonal es otro de los ejemplos del hartazgo social transformado en manifestación y protesta y como resultado paralización de las obras pretendidamente de primera necesidad. A la vez se descubren irregularidades entre el alcalde y el constructor. Lo de Madrid, mas de lo mismo.
Las constantes publicaciones contra el fraude de las Cajas de Ahorro, de las que este blog fue pionero, han dado como resultado lo que desde hace tiempo, mucho tiempo, aquí se comentaba, un saqueo en toda regla por parte de consejeros y directivos.
Las cosas van despacio pero van saliendo a la luz, hacen falta todo tipo de evidencias reflejadas en los medios, blogs etc... y en la calle para luego crear conciencia y acabar en manos de la justicia. Hoy nadie puede decir que esto es una simple crisis, había algo más como nos temíamos los que analizamos la realidad con mas o menos acierto. Había un enorme robo fruto de la ausencia de mecanismos impuestos por el sistema que permitía ejercer la actividad pública sin dar cuentas y con una gran impunidad.
Un mecanismo que no era casual pues es algo ancestral en nuestro sistema político, sencillamente anula la participación política de los ciudadanos. Un mecanismo que desde 1812 impide participar a la sociedad de manera que pueda clarificar la gestión de sus recursos. Un mecanismo que impedía esta participación mediante distintas barreras, desde el sufragio censitario de la época hasta el voto comprado del caciquismo o hasta la actual constelación de organizaciones satélites subvencionadas cuyo núcleo es el partido y que evitan que la sociedad tenga voz propia. Unas organizaciones que tejen una red clientelar y a la vez fabrican la agenda del debate a su conveniencia. Todo menos la realidad que interesa a la sociedad que son sus necesidades acuciantes y que son incapaces de solucionar. La sociedad en España siempre ha sido un estorbo, ha representado un elemento de inestabilidad política y por tanto de perturbación.
Ese sistema político con sus protecciones ha hecho posible grandes fortunas y grandes injusticias, hemos visto como auténticos chiquilicuatres han salido de sus cargos forrados, sus familias colocadas y un agujero detrás que ni los meteoritos que acabaron con los dinosaurios fueron capaces de hacer.
Hoy, la gente toma conciencia, faltaría no manipular estos movimientos en favor de partidos o ideologías que han sido el verdadero problema para que todos creyeran que es posible salir a la calle y conseguir los objetivos que no son otros que acabar con este sistema político que nos roba para seguir alimentado a toda una nueva generación de parásitos. Un nuevo sistema pasa por otro tipo de ciudadanos menos sectario, de convicciones mas profundas, con la ética como referencia, sin tanta retórica y con una visión totalmente distinta de lo que son las cosas, una visión de conjunto para que seamos todos y no los que piensan como él los que salgamos juntos de esta grandisima estafa.
Carlos RH
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