Con los ingleses, de nada sirven los argumentos. Son implacables con los débiles y cobardes con los fuertes. España es demasiado débil y el sentimiento antiespañol lo tienen grabado en el ADN desde los tiempos de Maria Estuardo. Los ingleses son un pueblo cruel y despiadado cuando el adversario es un desvalido. España, hoy, es un país desvalido, desarmado y atribulado por la corrupción de sus políticos, que debe esperarse lo peor de los británicos. Ni siquiera tenemos aliados que nos defiendan. Si no te sometes, te mandan los gurkas y se quedan tan frescos. No le temen al derecho internacional porque durante muchas décadas ellos han sido "el derecho", cuando fueron un imperio predador. Hoy, detrás de la flema y del barniz civilizado, siguen añorando las matanzas. Si yo fuera Rajoy, me prepararía para la defensa... por si acaso.
Visto el comportamiento de Gran Bretaña en el asunto Gibraltar y la falta de apoyo de nuestros aliados, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea, es evidente que el sistema de alianzas vigente no funciona y que ha llegado la hora de sondear nuevas alianzas y plantearse una nueva política exterior para España, lejos de amigos que no lo son y de aliados que nos odian.
La Unión Europea no tiene ética y se ha convertido en una cofradía de políticos cobardes que eluden los conflictos para mantener sus privilegios de mercaderes interesados al servicio de Alemania. Inglaterra nos odia desde los tiempos de la Armada Invencible y es capaz hasta de lanzarnos bombas por un asunto tan mediocre y secundario como Gibraltar, en el que ellos anteponen la fuerza al derecho internacional y a la razón. Los norteamericanos son, por encima de todo, aliados de sus "primos" británicos y ni siquiera saben donde está España. En la única alianza que creen los británicos es en la de los "Cinco Ojos", el nombre dado a la comunidad de espionaje y ayuda mutua integrada por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que en realidad es una alianza racial, exclusivamente de anglosajones, sin moral ni ideologías, capaz de cualquier cosa, incluso de asesinar, con tal de controlar el poder mundial.
La única forma de que España se mantenga dentro de la llamada Alianza Atlantica es practicando una política de sumisión ante los que mandan, como intentó Aznar, que se convirtió en comparsa de segundo nivel de Bush y de Blair. Pero esa política sumisa y esclava no la quiere el ciudadano español, que todavía guarda en su ánimo algo del viejo orgullo de haber sido primera potencia mundial. Permanecer como ahora, sin ejercito, sin amigos y con enemigos dentro de la propia casa, representados por políticos cobardes y llenos de corrupción y abuso hasta la médula, es suicida para España. Pero la opción de someternos y convertirnos en pelele de británicos y yanquis ni siquiera es posible. Nuestros ejércitos están tan desarmados, nuestro país está tan desacreditado, nuestra economía está tan postrada y nuestros políticos están tan desahuciados que nuestra amistad ya ni siquiera les interesa.
¿Alguien cree que nuestros actuales aliados nos apoyarían en un hipotético enfrentamiento armado con Marruecos? Hay algún iluso que crea que la Unión Europea va a obligar a los ingleses a respetar el Tratado de Utrech y el derecho internacional? Es mas que probable que nuestros "amigos" ni siquiera nos dieran combustibles para nuestros barcos o aviones.
La única solución es plantearnos, por ahora como opción, abandonar esta "alianza" inútil, en la cual siempre seremos los perdedores.
La única oportunidad alternativa para España es una alianza con otras potencias, integrándonos en el bloque capitaneado por Rusia y China, dos países que integran un bloque al que EEUU y el Reino Unido sí temen. Suramerica de dió cuenta y se ha aliado con ellos para protegerse. La unión con Rusia, China y Suramérica es una opción posible que, por el momento, sólo hay que analizar y tantear.
El mundo no quiere estar en manos de un solo bloque de poder porque ese bloque monolítico, capitaneado por Estados Unidos y Gran Bretaña, tiene demasiado poder y ejerce el poder con excesivo egoísmo y arrogancia. Los amigos son considerados países sometidos y el autoritarismo está garantizado en las relaciones internas. La tendencia mundial a recomponer la bipolaridad es muy fuerte, entre otras razones porque muchos países recuerdan que con la bipolaridad les iba mejor y existía mas respeto y libertad de movimientos.
Pero el pueblo español está tan manipulado que va a costarle trabajo entender estas nuevas opciones. La propaganda occidental les ha vendido que Rusia y China son dos tiranías y es cierto que tienen rasgos de ese tipo, pero también los tienen las degradadas potencias occidentales, en las que la política, la ética, la democracia, las libertades y los derechos se han envilecido y degradado.
Suciedades y canalladas desplegadas en España por el poder político "democrático" como el saqueo de las cajas de ahorro y la gran estafa de las participaciones preferentes son éticamente imposibles en China y Rusia, países donde los corruptos sufren penas y castigos muy serios, mientras que en España y otros países del Occidente desarrollado gozan de una vergonzosa impunidad.
Muchos de los países occidentales, especialmente algunos que recibieron ayudas tras la Segunda Guerra Mundial, están hipotecados por una deuda que no pueden pagar y que les convierte en esclavos de los ricos por muchas décadas. Es parte del triste destino que nuestros actuales "aliados" reservan a una España a la que no respetan ni valoran.
Visto el comportamiento de Gran Bretaña en el asunto Gibraltar y la falta de apoyo de nuestros aliados, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea, es evidente que el sistema de alianzas vigente no funciona y que ha llegado la hora de sondear nuevas alianzas y plantearse una nueva política exterior para España, lejos de amigos que no lo son y de aliados que nos odian.
La Unión Europea no tiene ética y se ha convertido en una cofradía de políticos cobardes que eluden los conflictos para mantener sus privilegios de mercaderes interesados al servicio de Alemania. Inglaterra nos odia desde los tiempos de la Armada Invencible y es capaz hasta de lanzarnos bombas por un asunto tan mediocre y secundario como Gibraltar, en el que ellos anteponen la fuerza al derecho internacional y a la razón. Los norteamericanos son, por encima de todo, aliados de sus "primos" británicos y ni siquiera saben donde está España. En la única alianza que creen los británicos es en la de los "Cinco Ojos", el nombre dado a la comunidad de espionaje y ayuda mutua integrada por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que en realidad es una alianza racial, exclusivamente de anglosajones, sin moral ni ideologías, capaz de cualquier cosa, incluso de asesinar, con tal de controlar el poder mundial.
La única forma de que España se mantenga dentro de la llamada Alianza Atlantica es practicando una política de sumisión ante los que mandan, como intentó Aznar, que se convirtió en comparsa de segundo nivel de Bush y de Blair. Pero esa política sumisa y esclava no la quiere el ciudadano español, que todavía guarda en su ánimo algo del viejo orgullo de haber sido primera potencia mundial. Permanecer como ahora, sin ejercito, sin amigos y con enemigos dentro de la propia casa, representados por políticos cobardes y llenos de corrupción y abuso hasta la médula, es suicida para España. Pero la opción de someternos y convertirnos en pelele de británicos y yanquis ni siquiera es posible. Nuestros ejércitos están tan desarmados, nuestro país está tan desacreditado, nuestra economía está tan postrada y nuestros políticos están tan desahuciados que nuestra amistad ya ni siquiera les interesa.
¿Alguien cree que nuestros actuales aliados nos apoyarían en un hipotético enfrentamiento armado con Marruecos? Hay algún iluso que crea que la Unión Europea va a obligar a los ingleses a respetar el Tratado de Utrech y el derecho internacional? Es mas que probable que nuestros "amigos" ni siquiera nos dieran combustibles para nuestros barcos o aviones.
La única solución es plantearnos, por ahora como opción, abandonar esta "alianza" inútil, en la cual siempre seremos los perdedores.
La única oportunidad alternativa para España es una alianza con otras potencias, integrándonos en el bloque capitaneado por Rusia y China, dos países que integran un bloque al que EEUU y el Reino Unido sí temen. Suramerica de dió cuenta y se ha aliado con ellos para protegerse. La unión con Rusia, China y Suramérica es una opción posible que, por el momento, sólo hay que analizar y tantear.
El mundo no quiere estar en manos de un solo bloque de poder porque ese bloque monolítico, capitaneado por Estados Unidos y Gran Bretaña, tiene demasiado poder y ejerce el poder con excesivo egoísmo y arrogancia. Los amigos son considerados países sometidos y el autoritarismo está garantizado en las relaciones internas. La tendencia mundial a recomponer la bipolaridad es muy fuerte, entre otras razones porque muchos países recuerdan que con la bipolaridad les iba mejor y existía mas respeto y libertad de movimientos.
Pero el pueblo español está tan manipulado que va a costarle trabajo entender estas nuevas opciones. La propaganda occidental les ha vendido que Rusia y China son dos tiranías y es cierto que tienen rasgos de ese tipo, pero también los tienen las degradadas potencias occidentales, en las que la política, la ética, la democracia, las libertades y los derechos se han envilecido y degradado.
Suciedades y canalladas desplegadas en España por el poder político "democrático" como el saqueo de las cajas de ahorro y la gran estafa de las participaciones preferentes son éticamente imposibles en China y Rusia, países donde los corruptos sufren penas y castigos muy serios, mientras que en España y otros países del Occidente desarrollado gozan de una vergonzosa impunidad.
Muchos de los países occidentales, especialmente algunos que recibieron ayudas tras la Segunda Guerra Mundial, están hipotecados por una deuda que no pueden pagar y que les convierte en esclavos de los ricos por muchas décadas. Es parte del triste destino que nuestros actuales "aliados" reservan a una España a la que no respetan ni valoran.
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