España vive una guerra civil sin fusiles ni cañones

El comentario de ayer, de Carlos RH, me ha hecho pensar si lo que tenemos no será un fascismo, pues en definitiva todo es para el Estado, que es el faro que guía nuestros pobres destinos.

Pero o bien los fascismos tienen las patas muy cortas o la casta es tan inútil que es incapaz de mantener el negocio funcionando. Es posible que a lo primero se una lo segundo.

No sabemos cuanto hubiera durado el fascismo en Italia de no haber entrado en la guerra en el bando perdedor. Tal vez la entrada en la guerra fuera una forma de huida hacia delante previendo la incapacidad del sistema para dar las respuestas necesarias. El fascismo de la URSS se hundió, cierto que con cierta ayuda exterior, pero sin ayuda también se habría hundido. Los chinos ha tenido que evolucionar rápidamente a un capitalismo, que les ha salido salvaje y que no sabemos donde les conducirá, seguramente a ningún sitio bueno y no olvidemos que en China el Estado tiene mucho poder.

Tras cuarenta años de fascismo en donde el "todo para el Estado" se ha convertido en "todo para la casta", el sistema está agotado y ante la imposibilidad de un enemigo exterior, se recurre al enemigo interior, como forma de huida hacia delante.

Aparentemente los socialistas están montados en el disparate, pues su "líder", con poco más de la mitad de escaños que le pp, pretende gobernar a toda costa, en lugar de anunciar la abstención, para que se pueda formar pronto un gobierno. La ambición personal de D. Pedro y es irrelevante que personalmente quiera ser presidente para salvar su posición de secretario general, aunque para él lo sea todo.

Así que lo que hace la casta es enfrentarse, un enfrentamiento ficticio pero que crea una sensación de guerra civil muy conveniente para que el lanar esté entretenido y no se plantee ciertas cosas.

Aunque el lanar tampoco está tan entretenido y aunque no lo creamos, parece que piensa algo. Según la encuesta, realizada unos días antes de la campaña electoral, tan solo a algo menos del 5 % le importaba estar sin gobierno, la mitad o más pasaba de la corrupción, seguramente al considerar que es algo general e inevitable, resultados que contradicen lo que nos vienen contando en los medios.

El rasgado de vestiduras de D. Pablo sobre los amaños electorales, quedó en nada y ya opina que las elecciones fueron limpias.

Como en política nada es casual, el enfrentamiento de media España contra la otra media, tiene una razón de ser que nosotros no podemos ver aunque intuimos varias explicaciones. Estas explicaciones irían desde la huida hacia delante de unos incompetentes que quieren mantenerse hasta el último segundo, hasta enmascarar un proceso de ingeniería social, que nos convierta en un rebaño dócil y muy manejable. Supongo que de todo habrá un poco.

Pero el panorama internacional no es mucho mejor. Naturalmente nosotros no tenemos elementos de juicio para emitir un diagnóstico, pero se pueden vislumbrar algunos detalles.

El primero es que la democracia ha desaparecido o está a punto de hacerlo. El referéndum británico le ha dicho a los que mandan que los refrendos los carga el diablo y que mejor no hacerlos. En Austria, el pucherazo presidencial se ha salvado por los pelos, pero seguramente ya tomarán nota de no dejar a los tribunales que puedan decidir sobre ciertos asuntos. En USA no importa lo que opine el pueblo, Dª Hilaria será presidente, sí o sí.

No son los mejores tiempos para intentar regenerar nada en este país postrado, como en el XIX y en guerra civil permanente. Pero como las cosas tienen que tocar fondo para que suban, esperemos haber tocado fondo o que este esté muy próximo. Al menos hay algunos signos esperanzadores.

No habrá independencia de Cataluña porque los catalanes se parecen tanto a los españoles que lo son quieran o no. Ni brexit tampoco habrá.
Cuesta trabajo desprenderse del yugo dominante, sea para bien o para mal. Si una población quiere cambiar el status quo con referendums para empezar la parte demandante del cambio debería de tener más de 2/3 de la población a favor, y aún así no sería motivo de éxito asegurado. Con empates técnicos de 52 a 48% o similar es irrisori hablar mucho de un cambio real. O sea que nos queda independencia y brexit para rato.

El problema es que a la gente hay muchas maneras de convencerla y que una determinada propuesta puede ser mala, buena o regular según los argumentos que expongamos.

Por ejemplo, ¿debío Zapatero hacer la promesa electoral de retirar las tropas españolas de Irak y luego de cumplirlo? Esa pregunta encierra cientos de cuestiones y aquí cada uno tiene un padre y una madre. Una misma persona puede decir sí o no a esa pregunta según cómo le expliquemos las cosas, y en eso los medios de comunicación tienen mucho que ver.

Supongamos que soy una persona de unos 35 años, que no hizo la Mili y que suele votar a partidos de izquierda pero no renuncia a un posible voto conservador, ¿Qué votaría? En principio parece claro que votaría a favor de la retirada y mi voto iría para el partido que promete sacar las tropas de mi país de una guerra lejana, ¿así de sencillo? Pues no.

Quizás yo sea un antimilitarista y tenga argumentos de peso como que se fue a la guerra por mentiras o que se trata de un conflicto diseñado para que las grandes empresas se repartan luego el pastel, pero también tendría que sopesar otras cosas que en principio ignoro, y si alguién me las enseña en un informativo o el presidente me las explica pues puede que al menos dude.

Si me explican que:
.España pertenece a una alianza, que una vez estás en una misión, aunque sea equivocadamente no es de buen amigo-socio retirar tu compromiso, y traerá consecuencias de prestigio, credibilidad, etc, etc.
. Deberíamos tener una política de relaciones internacionales y defensa de Estado, donde las cuestiones importantes no deben ser tema de pugna electoral, y hacerlo no es sinónmo de más democracia, más bien de rastreros y oportunistas.
.El sentir del ejercito era quedarse allí a terminar lo empezado y no venirse con el rabo entre las piernas.

Sólo con esos tres argumentos bien explicados podría cambiar de opinión, pero podíamos sumarles más, que bien utilizados serían cruciales en un cambio de visión global.
Imaginemos que en plena campaña 2004 se entrevista en prime time a una mujer miembro de una ong de Irak la cuál dice que desde que las tropas extranjeras están en Irak se empiezan a respetar más los derechos humanos, que las mujeres empiezan a ser personas, que los niños están pudiendo estudiar, y entre lágrimas pide que por favor no retiremos las tropas hasta que el país no pueda valerse por sí mismos.¿Cómo me sentiría?¿Me influiría? Opinen.

Todo esto demuestra que vivimos en un mundo hipercomplejo donde si nos manejan la información de una manera u otra las personas corrientes podemos elegir cualquier cosa, todos estamos engañados porque nadie sabe la verdad absoluta, ni antes, ni después del Brexit, ni antes ni después del independentismo. Al menos es bueno saber hasta que punto estamos expuestos a ser engañados , un primer paso que te hace ser más cauto.

Esto va a terminar mal.