El "buenismo" es una terrible plaga, todo un drama para España, propiciado por Zapatero. Lo dice Alfonso Lazo, el que fuera máximo dirigente del PSOE en Sevilla en la década de los ochenta, hoy profesor universitario y pensador extremadamente crítico con la deriva que ha tomado el socialismo bajo el mandato de Zapatero, a quien define como "El peor gobernante habido en España desde que murió Franco; el único capaz de colocar como objetivo de su política la ruptura entre los españoles".
En un artículo titulado "Concordancia buenista", publicado por el diario El Mundo, en su edición de Andalucía, el 17 de julio, Lazo afirma que "la Historia, para bien o para mal, muestra a veces ejemplos de total concordancia entre un pueblo y su líder" y cita como ejemplos de esa concordancia la que tuvo el pueblo alemán con Hítler, en quien se veía reflejado, y la que se está produciendo entre la mentalidad colectiva española con el "buenismo" que encarna Zapatero.
El "buenismo", según el profesor Lazo, consiste en "un vivir amable, sin esfuerzo ni sacrificio, donde la solidaridad pasa a ser un comportamiento lúdico." Y agrega que en el buenismo impuesto por Zapatero reina la mediocridad "la excelencia se hace sospechosa" y se dan defectos graves y autoritarios como el de que "la mayoría siempre tiene razón".
Pero cuando la crítica de Lazo se vuelve cruel es al afirmar que la concordancia entre los españoles y Zapatero, por fortuna, "no pasa de ser un espejismo" porque "Zapatero no es buenista. Es un oportunista malvado que utiliza con fines electorales la pánfila ingenuidad del buenismo". "De buenista, ZP sólo tiene la sonrisa", afirma el antiguo dirigente socialista.
Lazo lanza contra Zapatero, desde un análisis limpio de izquierdas, críticas de una dureza hiriente: ""En contra de la idea de bondad universal, el presidente subraya las diferencias de los buenos y los malos". Afirma que Zapatero le niega a la derecha "facha" del PP el derecho a la alternancia y acosa a la religión católica en base a la reflexión siguiente: para Zapatero, no todas las creencias religiosas son iguales; el monoteísmo es aciago y el cristianismo un cáncer de la Humanidad; al Islám, en cambio, podemos ofrecerle una alianza".
En un artículo titulado "Concordancia buenista", publicado por el diario El Mundo, en su edición de Andalucía, el 17 de julio, Lazo afirma que "la Historia, para bien o para mal, muestra a veces ejemplos de total concordancia entre un pueblo y su líder" y cita como ejemplos de esa concordancia la que tuvo el pueblo alemán con Hítler, en quien se veía reflejado, y la que se está produciendo entre la mentalidad colectiva española con el "buenismo" que encarna Zapatero.
El "buenismo", según el profesor Lazo, consiste en "un vivir amable, sin esfuerzo ni sacrificio, donde la solidaridad pasa a ser un comportamiento lúdico." Y agrega que en el buenismo impuesto por Zapatero reina la mediocridad "la excelencia se hace sospechosa" y se dan defectos graves y autoritarios como el de que "la mayoría siempre tiene razón".
Pero cuando la crítica de Lazo se vuelve cruel es al afirmar que la concordancia entre los españoles y Zapatero, por fortuna, "no pasa de ser un espejismo" porque "Zapatero no es buenista. Es un oportunista malvado que utiliza con fines electorales la pánfila ingenuidad del buenismo". "De buenista, ZP sólo tiene la sonrisa", afirma el antiguo dirigente socialista.
Lazo lanza contra Zapatero, desde un análisis limpio de izquierdas, críticas de una dureza hiriente: ""En contra de la idea de bondad universal, el presidente subraya las diferencias de los buenos y los malos". Afirma que Zapatero le niega a la derecha "facha" del PP el derecho a la alternancia y acosa a la religión católica en base a la reflexión siguiente: para Zapatero, no todas las creencias religiosas son iguales; el monoteísmo es aciago y el cristianismo un cáncer de la Humanidad; al Islám, en cambio, podemos ofrecerle una alianza".
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