El miércoles pasado Zapatero asistió en Ibiza a la cumbre hispano-italiana, donde abrazó a Romano Prodi, quien, nada más regresar a Roma, presentó la dimisión. Mira que Prodi, un superviviente nato de la política, ha sorteado crisis. Sin embargo, al parecer, no pudo superar el "terrible" abrazo de ZP.
Aunque Zapatero alardea ante sus amigos de ser un tipo con suerte e incapaz de perder, los hechos parecen demostrar que su suerte ha cambiado. A juzgar por los resultados de las iniciativas y políticas que su gobierno desarrolla, Zapatero parece un “gafe” que avanza de fracaso en fracaso, cosechando a veces derrotas inexplicables, estropeando lo que toca, incluso en casos y situaciones en las que todo olía a victoria y éxito.
Aparte del "letal" abrazo a Prodi, otro de sus últimos reveses ha sido la reforma del Estatuto de Andalucía, aprobado con la mayor abstención de la democracia española por menos de tres de cada diez electores, al que hay que agregar otro revés reciente como el fracaso del reportaje del terrorista De Juana Chaos publicado en “The Times” de Londres, ideado para despertar la misericordia de los españoles ante un ser postrado y sufriente, consiguiendo así el impulso del estancado “proceso” de paz. En lugar de despertar sentimientos de solidaridad con el escuálido terrorista, la operación ha indignado a los españoles y ha provocado el rechazo ciudadano ante los trucos del Ministerio del Interior y ante las incomprensibles "debilidades" del gobierno democrático con el ejercito sanguinario de ETA.
Otro también reciente fue el “varapalo” del Consejo de Estado a la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, patrocinada por Zapatero como sustituta de las materias religiosas. Mercedes Cabrera parecía feliz ante el proyecto de crear una nueva moral para los españoles, pero la asignatura favorita del gobierno recibió críticas muy serias del Consejo de Estado, que la ministra cometió el error de silenciar.
Pero hay reveses más graves e incomprensibles de un Zapatero al que todo se le vuelve en contra. El mayor de todos quizás sea el cosechado en los últimos días del año 2006, cuando el presidente del gobierno se dirigió a los españoles para transmitirle un optimismo desbordado (hoy estamos mejor que ayer y el año que viene estaremos mejor que hoy) y al día siguiente el terrorismo etarra e colocó una enorme bomba en los aparcamientos de Barajas, dando al traste con el optimismo presidencia y provocándole un depresión que tuvo que superar escondido en el Parque Nacional de Doñana.
Gas Natural confió en las promesas del entorno de Zapatero y presentó una OPA para hacerse con ENDESA, pero un año después la operación había fracasado y primera eléctrica española, tras duplicar casi su valor en bolsa, caía en manos de la alemana Eon.
No menos sonado fue el fracaso cosechado por Zapatero con el Estatuto de Cataluña, una ley que suscitó la oposición masiva de los españoles y que sólo consiguió ser aprobada en un triste referéndum por uno de cada tres electores catalanes.
Similares fracasos ha cosechado ZP en casi todas las restantes líneas básicas y operaciones claves de su gobierno, entre las que cabe mencionar el descontrol de la inmigración y su frustrada alianza con Convergencia y Unió, frustrada por un Montilla rebelde que cerró el camino de la Generalitat a los convergentes al reeditar, contra la opinión de Zapatero, el desprestigiado “tripartito” en Cataluña.
Pero hay más desastres: ZP es el único dirigente democrático de Occidente que no es recibido en la Casa Blanca, aunque esa derrota es considerada como una “victoria” por muchos de los marxistas que le acompañan en su gobierno. La alianza de Civilizaciones no despierta más apoyos que los fríos de Turquia, Irán y Siria, además de los del exsecretario general de la ONU, Koffy Annam, que busca trabajo en España.
Ni siquiera la amistad con el gorila rojo de Venezuela está ofreciendo los frutos deseados a Zapatero, después de que quedara frustrada la venta de aviones y barcos al díscolo dictadorzuelo venezolano, mientras que Fidel, otro de los aliados del zapaterismo, se muere en La Habana y Evo Morales, el líder autoritario boliviano, flagela y llama imperialistas a las empresas españolas radicadas en su país.
La enumeración de fracasos inexplicables y casi mágicos de un ZP que parece "gafado" podría incrementarse hasta la saciedad, incorporando otros más sutiles, aunque no menos importantes, como la pérdida de la calle, tomada por la oposición en sucesivas manifestaciones, el estúpido e impopular enfrentamiento con las víctimas del terrorismo, el goteo de soldados españoles que mueren en escenarios bélicos extranjeros que Zapatero quiere camuflar como pacíficos, la impopularidad derivada de sus amistades e incomprensibles alianzas con los más siniestros, radicales e independentistas nacionalismos vasco y catalán y la inesperada recuperación del PP en intención de voto, ya dos puntos por encima del PSOE en algunas encuestas, todo una “gesta” política de un Zapatero que, cuando alcanzó el poder, en 2004, tenía enfrente una oposición noqueada y desmoralizada que hoy, sorprendentemente y más por obra de ZP que por méritos propios, recobra vida a ritmo de Formula Uno.
Postdata:
Un lector de Voto en Blanco (Apátrida) aporta dos nuevos datos sobre la "suerte" de Zapatero:
Antes de las ultimas elecciones generales en Alemania, Zapatero presto todo su apoyo a Gerhard Schroeder y su partido SPD. El resultado: Angela Merkel y CDU ganaron las elecciones.
En Francia, Zapatero apoyo el voto afirmativo en el referendum sobre el proyecto de la constitucion europea. El resultado: victoria abrumadora del voto negativo.
Aunque Zapatero alardea ante sus amigos de ser un tipo con suerte e incapaz de perder, los hechos parecen demostrar que su suerte ha cambiado. A juzgar por los resultados de las iniciativas y políticas que su gobierno desarrolla, Zapatero parece un “gafe” que avanza de fracaso en fracaso, cosechando a veces derrotas inexplicables, estropeando lo que toca, incluso en casos y situaciones en las que todo olía a victoria y éxito.
Aparte del "letal" abrazo a Prodi, otro de sus últimos reveses ha sido la reforma del Estatuto de Andalucía, aprobado con la mayor abstención de la democracia española por menos de tres de cada diez electores, al que hay que agregar otro revés reciente como el fracaso del reportaje del terrorista De Juana Chaos publicado en “The Times” de Londres, ideado para despertar la misericordia de los españoles ante un ser postrado y sufriente, consiguiendo así el impulso del estancado “proceso” de paz. En lugar de despertar sentimientos de solidaridad con el escuálido terrorista, la operación ha indignado a los españoles y ha provocado el rechazo ciudadano ante los trucos del Ministerio del Interior y ante las incomprensibles "debilidades" del gobierno democrático con el ejercito sanguinario de ETA.
Otro también reciente fue el “varapalo” del Consejo de Estado a la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, patrocinada por Zapatero como sustituta de las materias religiosas. Mercedes Cabrera parecía feliz ante el proyecto de crear una nueva moral para los españoles, pero la asignatura favorita del gobierno recibió críticas muy serias del Consejo de Estado, que la ministra cometió el error de silenciar.
Pero hay reveses más graves e incomprensibles de un Zapatero al que todo se le vuelve en contra. El mayor de todos quizás sea el cosechado en los últimos días del año 2006, cuando el presidente del gobierno se dirigió a los españoles para transmitirle un optimismo desbordado (hoy estamos mejor que ayer y el año que viene estaremos mejor que hoy) y al día siguiente el terrorismo etarra e colocó una enorme bomba en los aparcamientos de Barajas, dando al traste con el optimismo presidencia y provocándole un depresión que tuvo que superar escondido en el Parque Nacional de Doñana.
Gas Natural confió en las promesas del entorno de Zapatero y presentó una OPA para hacerse con ENDESA, pero un año después la operación había fracasado y primera eléctrica española, tras duplicar casi su valor en bolsa, caía en manos de la alemana Eon.
No menos sonado fue el fracaso cosechado por Zapatero con el Estatuto de Cataluña, una ley que suscitó la oposición masiva de los españoles y que sólo consiguió ser aprobada en un triste referéndum por uno de cada tres electores catalanes.
Similares fracasos ha cosechado ZP en casi todas las restantes líneas básicas y operaciones claves de su gobierno, entre las que cabe mencionar el descontrol de la inmigración y su frustrada alianza con Convergencia y Unió, frustrada por un Montilla rebelde que cerró el camino de la Generalitat a los convergentes al reeditar, contra la opinión de Zapatero, el desprestigiado “tripartito” en Cataluña.
Pero hay más desastres: ZP es el único dirigente democrático de Occidente que no es recibido en la Casa Blanca, aunque esa derrota es considerada como una “victoria” por muchos de los marxistas que le acompañan en su gobierno. La alianza de Civilizaciones no despierta más apoyos que los fríos de Turquia, Irán y Siria, además de los del exsecretario general de la ONU, Koffy Annam, que busca trabajo en España.
Ni siquiera la amistad con el gorila rojo de Venezuela está ofreciendo los frutos deseados a Zapatero, después de que quedara frustrada la venta de aviones y barcos al díscolo dictadorzuelo venezolano, mientras que Fidel, otro de los aliados del zapaterismo, se muere en La Habana y Evo Morales, el líder autoritario boliviano, flagela y llama imperialistas a las empresas españolas radicadas en su país.
La enumeración de fracasos inexplicables y casi mágicos de un ZP que parece "gafado" podría incrementarse hasta la saciedad, incorporando otros más sutiles, aunque no menos importantes, como la pérdida de la calle, tomada por la oposición en sucesivas manifestaciones, el estúpido e impopular enfrentamiento con las víctimas del terrorismo, el goteo de soldados españoles que mueren en escenarios bélicos extranjeros que Zapatero quiere camuflar como pacíficos, la impopularidad derivada de sus amistades e incomprensibles alianzas con los más siniestros, radicales e independentistas nacionalismos vasco y catalán y la inesperada recuperación del PP en intención de voto, ya dos puntos por encima del PSOE en algunas encuestas, todo una “gesta” política de un Zapatero que, cuando alcanzó el poder, en 2004, tenía enfrente una oposición noqueada y desmoralizada que hoy, sorprendentemente y más por obra de ZP que por méritos propios, recobra vida a ritmo de Formula Uno.
Postdata:
Un lector de Voto en Blanco (Apátrida) aporta dos nuevos datos sobre la "suerte" de Zapatero:
Antes de las ultimas elecciones generales en Alemania, Zapatero presto todo su apoyo a Gerhard Schroeder y su partido SPD. El resultado: Angela Merkel y CDU ganaron las elecciones.
En Francia, Zapatero apoyo el voto afirmativo en el referendum sobre el proyecto de la constitucion europea. El resultado: victoria abrumadora del voto negativo.
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