El vergonzoso periodismo español

Comenzando por el final. Es que se ha perdido la dignidad y el temor de pasar a la historia, la pequeña historia del barrio o del pueblo, ya da igual. Antes uno procuraba llevar una vida honrada para que el apellido no se manchara, nadie querí ser recordado por los conocidos como un sinvergüenza. Hoy no importa. Vemos como hijos de familias intachables, se meten en las drogas o en la delincuencia o símplemente provocan escándalos, que para sus padres eran intolerables. Los periodistas no iban a ser menos. La historia, el recuerdo futuro, no le importa a nadie, al fin y al cabo ya estará muerto cuando la gente hable mal. Y hay que vivir, lo mejor posible.

La prostitución es el mal de nuestro tiempo. Todos de alguna manera nos prostituimos, lo que hay que procurar es que sea poco y en minucias. Pero a la gente joven eso le da igual, no tienen ideales ni para ellos existe una moral social. Todo no lo que no prohibe la lay, está permitido y se hace cuando conviene.

Por otra parte, existe una tendencia a estar con el poder, a comportarse como uno piensa que quieren los que mandan. Eso explica la sumisión de la gente ante actuaciones de la casta que nos parecen delictivas o al menos inmorales. Y los periodistas no van a ser menos. En las facultades d eperiodismo, al parecer no se les enseña ni ética ni moral. No sé donde la aprendían los periodistas de hace cincuenta años o un siglo, pero estos no la aprenden y no sé que aprenden porque para enseñales a juntar letras no hace falta una licenciatura.

Y como hay que vivir y no se tienen claros los conceptos morales o se establece una nueva moral a gusto de cada uno, pues se acercan al poder, porque a la sombra del poder se vive y si se va haciendo lo que uno piensa que quiere el poder, se sciende o al menos se mantiene el puesto.

El periodismo en papel está agonizando, se mantiene a base de subvenciones y lógicamente esas subvenciones se dan a los adictos. Por tanto, cualquier periodista que trabaje en papel, está condicionado por la empresa.

Pero en la radio o la Tv es igual. También el modelo de negocio se tambalea. La radio ha pasado a ser un medio minoritario y de acompañamiento, la gente no se sienta a escuchar la radio, se hacen cosas y la radio acompaña.

La Tv aún se mantiene, pero dirigida a un público característico y que tiene unas exigencias mínimas, aparte de creer que todo lo que sale en TV es la verdad.

En las audiencias del viernes, domina T5, lo cual nos indica el nivel de la audiencia. El telediario de la noche fue visto por 2 250 000 personas, casi un 20 % de la audiencia, lo que supone que a las nueve de la noche, había unos doce millones de personas ante los televisores, de una población adulta de 34 millones y medio, es decir, casi dos tercios estaban en otras cosas.

La máxima audiencia del mes fue el partido del Barcelona con 3,5 millones y una cuota del 21,8 %, es decir, que eso día se colocaron a esa hora frente al televisor unos 17 millones, como la mitad del total posible.

Esto nos indica que los modelos de negocio, no olvidemos que la información es un negocio y siempre lo fue, están caducados y la gente busca otra cosa. De momento la red cubre parcialmente las necesidades de muchos y puede que sea el futuro, al menos hay cierta libertad o si se quiere, libertad total. El problema es que hay demasiada información y al seleccionar determinados sitios, nos estamos limitando a lo que quieran decir esos sitios. Eso sí con libertad.

Y ahora, es el lector el que debe seleccionar lo que lee y analizarlo, dando por buenas unas informaciones y rechazando otras.

Eso tiene un problema y que está al alcance de una parte de la población, seguramente menos de la mitad y de esa mitad posible, hay que descontar a los que no les interesa o símplente no peden por diversos motivos. El resultado es que, en condiciones ideales, sólo una parte bastante pequeña de la población tiene acceso, aunque parcial, a una información veraz.

Y esto lo saben perfectamente los que mandan, por eso están tan felices y por eso podemos movernos por la red con cierta facilidad.

En España quien dirige el partido gobernante controla todo lo demás: Congreso, Senado, Fiscalía, altos tribunales o entes reguladores.. Es decir, ostenta un poder casi absoluto. Y estaba escrito que algún día incluso las formas se perderían: se prescindiría de ese inútil decorado de cartón que apenas oculta la desnudez del sistema.

Si una camarilla domina la voluntad de los diputados, también controlará los demás órganos del Estado que son elegidos por el Parlamento.
La elección por listas no sólo vulnera el principio de representación, también otorga un poder omnímodo a quien las elabora. Es imprescindible, por tanto, el escrutinio individual de cada candidato y una relación lo más cercana posible entre representante y representado.
En este caso los órganos fundamentales pierden su independencia y neutralidad, su sustancia, se convierten en correas de transmisión de la voluntad de un par de jefes, conculcándose la separación de poderes.

los partidos se han convertido en agencias de colocación, reparto de prebendas y asignación de puestos relevantes. Y, para financiarse con holgura suficiente, introdujeron un esquema de corrupción organizada que requiere la complicidad de muchas personas, unidas por un pacto de silencio. Ello implica también proteger a quien ha quedado al descubierto, apelar hipócritamente a la presunción de inocencia. Y compensar generosamente al que cae en desgracia.


ha ocurrido con los medios de comunicación. La dificultad de desarrollar modelos de negocio con los que poder vivir de los lectores dio lugar a una prensa dependiente del poder, de las subvenciones y la publicidad institucional. Y el mercado de publicidad privada quedó a merced de un puñado de grandes empresas cuyo negocio depende de decisiones gubernamentales. De esta forma, los políticos idearon una vía indirecta para influir sobre la información. El poder y la prensa fueron tejiendo una red de connivencia, basada en el intercambio de favores, la corrupción, la utilización de la información como moneda de cambio para obtener ventajas, subvenciones e, incluso, sobres en mano.


Pase lo que pase, ante este régimen todas las personas lúcidas que hay todavía en España, no inmoralizadas por la mentalidad partidocrática que rige la totalidad de la vida pública y privada, personas que tengan alguna estima de sí mismas, confiadas en su integridad singular y no entregadas a la rumia de verdades postizas, no tienen más remedio que llegar a esta conclusión.
Se abren dos vías de salida, con sus respectivas variantes:
- LA VIA PACIFICA desde fuera del régimen según procedimientos y procesos de los que hay que conocer su alcance, que no puede ser otro que la instauración de un nuevo sistema político en el que el conjunto de los factores y elementos que hoy presiden nuestros destinos queden al margen y sean neutralizados por medios legales pero desde otra legalidad, la derivada de un proceso constituyente fuera de los partidos estatales. Todo el mundo iniciado en este asunto sabe o debe saber cuál es la teoría de base que necesitamos poner en práctica.
- LA VIA AUTODESTRUCTIVA de consumación de las posibilidades internas de este régimen ( "procesos endogámicos descentrados de oligarquización"). Esta vía implica ejecutar lo que está implícito en el diseño constitucional de 1978 y que "Podemos" no ha hecho más que explicitar, pues al contrario de lo que una muy burda e ignorante opinión de cierta derecha se imagina, "Podemos" ha sido puesto en juego desde dentro del núcleo oligárquico para consumar la lógica del régimen, legitimando en la opinión pública prefabricada la ampliación de los derechos sociales como añagaza que encubre las cada vez más deterioradas libertades civiles de carácter público, a la vez que juega a reforzar el carácter "plurinacional" del Estado, lo que significa su disolución

“Medios y Periodistas”

Así es, buena parte de medios y periodistas de este país, vienen protagonizando programas de debates políticos, en radio, tv, foros y otros similares. A veces, dan la impresión antes de comenzar, que asistiremos a un show de discusiones, diatribas, y descalificaciones ad hominen, con acentos y sofismas en la intención de zaherir, complementados con esperpentos soflamas, devaluando el más puro arte literario escénicos valleinclanista.

Reunidos en banda izquierda y derecha, nuestros comunicadores y profesionales de la información y noticia, acostumbran a llevar preparados, sus argumentos con “cartucheras desabrochadas y pistolas cargadas”. Pedantes unos y sectarios otros a la vista de los telespectadores y ciudadanos, demuestran su falta de espontaneidad, con deshonestas actitudes de bufones subyugados a los intereses partidistas, que con oportunismo sutil, y a veces descarado pretenden defender, bien por desdén, o por otros intereses, ideológicos, espurios y periodísticos.

Personajes que más que informar, ser objetivos, éticos y profesionales, se erigen en protagonistas egocéntricos de la noticia, con frivolidad pasmosa y sorprendente. Y lo que es más grave y perverso, se empeñan en convencernos y adoctrinarnos, según sus ideas y criterios desde posiciones subjetivas e ideológicas, insinuando y determinando lo que debemos votar, apoyar o aplaudir por el mero hecho, de comunicar desde cualquier medio importante con supuesta gran audiencia y/o cuota share.

O sea insidiosos, bascosos e irascibles, elementos de logomaquias, y tergiversadores de información y noticias, sin fundamentos que se sostenga con papanatismos exacerbados y panegíricos discursos dirigidos a los amos que les pagan y manipulan. Y así no va, en cuanto a la ausencia de periodismo auténticamente independiente, objetivo y de investigación, con garantías y fuentes solventes, que posibiliten la información veraz, y realistas que los ciudadanos libres pensantes, exentos de vinculación a ningún partidismo demandan.

Lo más paradójico, no son sus aseveraciones para conformar y afirmar dando solidez y cuerpo a las noticias y las informaciones, sino las farsantes imposturas para darle rango de ciertos oficialismos. Portadas, editoriales, cabeceras y columnistas de páginas, cuyos contenidos, solo aportan, especulaciones y noticias vacuas, carentes de valor e interés para los lectores y ciudadanos en general, más preocupados por los asuntos cotidianos laborales y económicos que les incumben, que las noticias de los distintos portavoces de partidos y gobiernos u otras Instituciones y medios puedan comunicar.

Al igual que la casta política, los periodistas y medios en nuestro país, salvando las excepciones de rigor, se han convertidos en meros vasallos, voceras, correvediles y panfletarios del poder establecido, manteniendo las equidistancias, las indiferencias y alejados de las noticias e informaciones que emanan de los ciudadanos, sociedad civil, y otras sensibilidades sociales, en definitiva de los acontecimientos y problemas que afectan verdaderamente a los ciudadanos y contribuyentes.

Por ello, mi rechazo y desprecio para tantos mierdas y mediocres, medios, periodistas y políticos, vacuos, tríleros, mastuerzos, y felones que son plaga bíblica, más insoportable que una marabunta de ratas huyendo de las cloacas.

Un saludo a todos.