A Ciudadanos le queda por delante un gran recorrido, mientras que Podemos parece frenado. Eso no significa que Ciudadanos obtenga al final mejores resultados que Podemos, pero se le acercará bastante y el auge de esos dos partidos es el que dará la puntilla al agotado bipartidismo representado por el PP y el PSOE, una tarea que ninguno de los dos, por si solos, habrían podido culminar.
Cuando Podemos dio la sorpresa en las elecciones europeas de 2014 y empezó a crecer, amenazando seriamente a los grandes partidos y poniendo de manifiesto hasta que punto los ciudadanos españoles estaban indignados y hartos de los abusos y corrupciones del PP y del PSOE, en Voto en Blanco empezamos a decir que España necesitaba otro Podemos, pero encuadrado en el centro.
En noviembre de 2014, Voto en Blanco publicó un análisis titulado España necesita otro Podemos, pero que sea democrático. Un par de meses después, el electorado de centro y de derecha indignado con el gobierno del PP empezó a fijarse en Ciudadanos y a identificarlo como una atractiva opción centrista.
El 17 de febrero de 2015, Voto en Blanco publicaba otro artículo, titulado Los españoles quieren reconquistar el centro, que también anticipaba el enorme auge de Ciudadanos, un partido al que el electorado empezaba ya a apoyar.
Poco a poco, Ciudadanos se fue perfilando como la opción centrista que España necesitaba para culminar la operación de acoso, derribo y sustitución del desgastado y corrompido bipartidismo, representado por el PP y el PSOE, los dos partidos mas culpables del desastre económico, la injusticia, la corrupción y el fracaso de España en las últimas décadas.
Sin Ciudadanos, el asalto de Podemos al bipartidismo habría sido estéril porque el partido de Pablo Iglesias únicamente podía desactivar al PSOE y dejaba al PP con casi todo su poder intacto, como fuerza hegemónica. Ese era el plan previsto por los estrategas de Rajoy: ganar las elecciones frente a una izquierda fraccionada y con un PSOE e IU fagocitados por Podemos. Pero la irrupción de Ciudadanos ha destrozado esos planes y el PP ahora se siente en peligro porque la formación política de Albert Rivera puede arrebatarle muchos cientos de miles de votos, quizás millones si la tendencia actual se mantiene hasta que se abran las urnas.
Podemos y Ciudadanos constituyen la mayor novedad de la política española desde la muerte del dictador y la única amenaza que pone en peligro el agobiante monopolio del poder que han disfrutado el PSOE y el PP en las últimas décadas.
Cuando Podemos dio la sorpresa en las elecciones europeas de 2014 y empezó a crecer, amenazando seriamente a los grandes partidos y poniendo de manifiesto hasta que punto los ciudadanos españoles estaban indignados y hartos de los abusos y corrupciones del PP y del PSOE, en Voto en Blanco empezamos a decir que España necesitaba otro Podemos, pero encuadrado en el centro.
En noviembre de 2014, Voto en Blanco publicó un análisis titulado España necesita otro Podemos, pero que sea democrático. Un par de meses después, el electorado de centro y de derecha indignado con el gobierno del PP empezó a fijarse en Ciudadanos y a identificarlo como una atractiva opción centrista.
El 17 de febrero de 2015, Voto en Blanco publicaba otro artículo, titulado Los españoles quieren reconquistar el centro, que también anticipaba el enorme auge de Ciudadanos, un partido al que el electorado empezaba ya a apoyar.
Poco a poco, Ciudadanos se fue perfilando como la opción centrista que España necesitaba para culminar la operación de acoso, derribo y sustitución del desgastado y corrompido bipartidismo, representado por el PP y el PSOE, los dos partidos mas culpables del desastre económico, la injusticia, la corrupción y el fracaso de España en las últimas décadas.
Sin Ciudadanos, el asalto de Podemos al bipartidismo habría sido estéril porque el partido de Pablo Iglesias únicamente podía desactivar al PSOE y dejaba al PP con casi todo su poder intacto, como fuerza hegemónica. Ese era el plan previsto por los estrategas de Rajoy: ganar las elecciones frente a una izquierda fraccionada y con un PSOE e IU fagocitados por Podemos. Pero la irrupción de Ciudadanos ha destrozado esos planes y el PP ahora se siente en peligro porque la formación política de Albert Rivera puede arrebatarle muchos cientos de miles de votos, quizás millones si la tendencia actual se mantiene hasta que se abran las urnas.
Podemos y Ciudadanos constituyen la mayor novedad de la política española desde la muerte del dictador y la única amenaza que pone en peligro el agobiante monopolio del poder que han disfrutado el PSOE y el PP en las últimas décadas.
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