Se me quejaba recientemente un viejo socialista honrado, que ocupó en el pasado cargos de gran importancia en la Junta de Andalucía, de la torpeza de los periodistas y de la poca capacidad de la oposición para investigar los casos de corrupción en la reciente y "lamentable" historia del poder andaluz. Me decía, concretamente, que lo de los EREs falsos y trucados descubiertos ahora y explotados por la prensa no es el núcleo de la corrupción sino sólo una manifestación periférica, ya que el verdadero "centro" del drama y del asalto al erario está en los planes de empleo, sobre todo los que se lanzaron antes de la crisis, como el Plan de empleo de Cádiz, verdaderos pozos negros en los que desaparecieron muchos miles de millones de las antiguas pesetas.
Aseguró que el gestor directo de todos aquellos planes de empleo presuntamente delictivos y también de los EREs falseados y trucados fue el jerezano Antonio Fernández, durante su etapa de viceconsejero y, posteriormente, como consejero de la Junta.
Aseguró que el gestor directo de todos aquellos planes de empleo presuntamente delictivos y también de los EREs falseados y trucados fue el jerezano Antonio Fernández, durante su etapa de viceconsejero y, posteriormente, como consejero de la Junta.
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