El cambio de vía de Podemos es tan oportunista como lo fueron el "eurocomunismo" de Carrillo y el abandono que hizo el PSOE del marxismo, en tiempos de Felipe González. Son puras maniobras superficiales y tácticas para ganar votos, que degradan y que demuestran ningún respeto a las ideas y a los principios. Es, sin duda, la consagración de ese concepto nefasto que afirma que en política "todo vale" con tal de ganar.
Con ese giro frívolo y tramposo, Podemos entierra lo que le quedaba de movimiento de protesta espontáneo o de heredero del activismo que estalló en el 15 M para acercarse a lo que hoy son partidos tan momificados y cadavéricos como el PSOE y el PP.
Es lamentable y decepcionante que un partido que nació fresco y con capacidad de ilusionar a los españoles que quieren cambios profundos y acabar con la corrupción, se haya deteriorado y haya envejecido casi a la velocidad de la luz.
Un partido que, como Podemos, presume de apertura a sus militantes, no puede declararse "socialdemócrata" sin que sus militantes y simpatizantes lo sepan antes. Está comprobado que ellos han sido los primeros sorprendidos, lo que en Podemos constituye una auténtica "traición".
Es difícil creer que ese partido tenga verdaderas intenciones de cambio hacia la limpieza, la democracia y la libertad. Mas bien parece que sus actuales líderes quieren tomar el poder por cualquier camino, para no abandonarlo jamás, como establecen los más puros manuales del leninismo y del castrismo. Las vanguardias, arrogantes y ávidas de poder, se consideran con derecho a tomar el timón del mundo para cambiar el futuro y utilizar a hombres y mujeres como si fueran plastilina, como ya hicieron en el pasado aquellos crueles maestros de la ingeniería social llamados Mao y Stalin, entre otros muchos miles de líderes del comunismo.
Mi olfato de periodista me dice que los españoles, aunque somos imbéciles empedernidos, no lo somos tanto como para tragarnos semejante patraña. Es probable que ese burdo cambio de ideología, oportunista y mendaz, le haga perder a Podemos más votos que aquella estúpida obsesión de Pablo Iglesias por ser "vicepresidente", que tantos votos le costó en las elecciones de diciembre último.
La conversión falsa a la socialdemocracia no es la única "pirueta" ideológica surrealista protagonizada por Podemos, aunque sí la mas escandalosa. Ya antes habían abandonado la "transversalidad" y habían enterrado las asambleas bajo toneladas de centralismo, al mismo tiempo que se declaraban "patriotas plurinacionales" y proclamaban defensores del "soberanismo europeista", conceptos casi imposibles e irreales, ideados solo para quedar bien con los catalanes y con el resto de los españoles, sin olvidar a los europeos, que odian el nacionalismo que les ha llevado a dos guerras sangrientas.
La única" ideología dominante que tiene Podemos hoy es la de "ganar" y eso lo convierte en un partido tan caduco y corrompido como el PP y el PSOE, ambos entregados también a la conquista del poder como única forma de subsistir repartiendo cargos y dinero, ya que carecen de ideologías y principios firmes.
El problema sorprendente es que Podemos ha nacido tan viejo que da miedo, sobre todo porque se ha hecho anciano sin ni siquiera conquistar el poder. La vejez momificada del PSOE y del PP ha llegado después de un largo proceso en el que, atiborrados de poder, han abandonado las ideologías y las han sustituido por privilegios, poder y dinero, pero Podemos ha hecho lo mismo sin proceso, como si ese partido estuviera cumpliendo a rajatabla el terrible manual de los muertos vivientes.
Francisco Rubiales
Con ese giro frívolo y tramposo, Podemos entierra lo que le quedaba de movimiento de protesta espontáneo o de heredero del activismo que estalló en el 15 M para acercarse a lo que hoy son partidos tan momificados y cadavéricos como el PSOE y el PP.
Es lamentable y decepcionante que un partido que nació fresco y con capacidad de ilusionar a los españoles que quieren cambios profundos y acabar con la corrupción, se haya deteriorado y haya envejecido casi a la velocidad de la luz.
Un partido que, como Podemos, presume de apertura a sus militantes, no puede declararse "socialdemócrata" sin que sus militantes y simpatizantes lo sepan antes. Está comprobado que ellos han sido los primeros sorprendidos, lo que en Podemos constituye una auténtica "traición".
Es difícil creer que ese partido tenga verdaderas intenciones de cambio hacia la limpieza, la democracia y la libertad. Mas bien parece que sus actuales líderes quieren tomar el poder por cualquier camino, para no abandonarlo jamás, como establecen los más puros manuales del leninismo y del castrismo. Las vanguardias, arrogantes y ávidas de poder, se consideran con derecho a tomar el timón del mundo para cambiar el futuro y utilizar a hombres y mujeres como si fueran plastilina, como ya hicieron en el pasado aquellos crueles maestros de la ingeniería social llamados Mao y Stalin, entre otros muchos miles de líderes del comunismo.
Mi olfato de periodista me dice que los españoles, aunque somos imbéciles empedernidos, no lo somos tanto como para tragarnos semejante patraña. Es probable que ese burdo cambio de ideología, oportunista y mendaz, le haga perder a Podemos más votos que aquella estúpida obsesión de Pablo Iglesias por ser "vicepresidente", que tantos votos le costó en las elecciones de diciembre último.
La conversión falsa a la socialdemocracia no es la única "pirueta" ideológica surrealista protagonizada por Podemos, aunque sí la mas escandalosa. Ya antes habían abandonado la "transversalidad" y habían enterrado las asambleas bajo toneladas de centralismo, al mismo tiempo que se declaraban "patriotas plurinacionales" y proclamaban defensores del "soberanismo europeista", conceptos casi imposibles e irreales, ideados solo para quedar bien con los catalanes y con el resto de los españoles, sin olvidar a los europeos, que odian el nacionalismo que les ha llevado a dos guerras sangrientas.
La única" ideología dominante que tiene Podemos hoy es la de "ganar" y eso lo convierte en un partido tan caduco y corrompido como el PP y el PSOE, ambos entregados también a la conquista del poder como única forma de subsistir repartiendo cargos y dinero, ya que carecen de ideologías y principios firmes.
El problema sorprendente es que Podemos ha nacido tan viejo que da miedo, sobre todo porque se ha hecho anciano sin ni siquiera conquistar el poder. La vejez momificada del PSOE y del PP ha llegado después de un largo proceso en el que, atiborrados de poder, han abandonado las ideologías y las han sustituido por privilegios, poder y dinero, pero Podemos ha hecho lo mismo sin proceso, como si ese partido estuviera cumpliendo a rajatabla el terrible manual de los muertos vivientes.
Francisco Rubiales
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