El Papa Francisco ha instado a los jóvenes de todo el mundo a ir "contra corriente", a no dejarse llevar por los "valores averiados" y a seguir adelante siendo valientes, siendo orgullosos. El Pontífice dialogaba con la multitud que abarrotó la Plaza de San Pedro, ayer domingo, antes de pronunciar la oración del Ángelus asomado desde la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano, cuando sorprendió a la audiencia con una especie de arenga dirigida a los jóvenes, a los que animó a seguir siendo rebeldes, basándose en la frase evangélica de Cristo "Quien quiere salvar la propia vida la perderá, pero quien perderá la propia vida por causa mía la salvará" .
El papa, quizás con el pensamiento puesto no solo en los muchos cristianos que están perdiendo la vida por su fe en muchos países del mundo, perseguidos por el totalitarismo y el fanatismo, sino también en los que luchan en países como Turquía, Brasil y otros muchos para cambiar un orden injusto y una política en manos de corruptos, sostuvo que actualmente, en muchas partes del mundo, existen los mártires.
En este blog Voto en Blanco defendemos desde hace casi una década la idea de que en el mundo actual se está librando una guerra generalizada que enfrenta no a ejércitos de distintos países, como en el pasado, sino a ciudadanos cansados de soportar injusticias y abusos contra un poder político y financiero que se ha instalado en la corrupción, que muchas veces practica el abuso y la rapiña, que ha perdido la decencia y que se ha olvidado del concepto de servicio a los ciudadanos para instalarse en el privilegio, la suciedad y la mentira.
Esa "guerra" entre ciudadanos rebeldes y disidentes que quieren cambiar (mejorar) el mundo y fuerzas políticas y financieras que no quieren perder ni un ápice de sus privilegios y ventajas es y será, durante todo el siglo XXI, el eje de la Historia y el gran tema de nuestro tiempo.
Los conflictos que se han desarrollado en países como Túnez, Egipto y Libia y los que actualmente se desarrollan en Siria, Brasil, Turquía, Suecia, Grecia, Francia, España y otros muchos, unos con mas intensidad y otros con menos, responden todos al mismo patrón de rebeldía ciudadana frente esos "valores averiados" que menciona el papa, contra el abuso de poder y contra una casta de poderosos aliados (políticos y financieros) que quieren seguir dominando el mundo a toda costa, olvidándose de la democracia y de la decencia y atrincherándose en los privilegios y en un Estado del que se han adueñado, del que han expulsado a los ciudadanos y que manejan a su antojo, incluso utilizando a los policías, a los servicios secretos y hasta al mismo ejército contra su propio pueblo, toda una barbaridad irracional y cargada de ignominia a la que, por decencia y por abrir las puertas a la regeneración y a los valores perdidos, hay que poner fin.
El papa, quizás con el pensamiento puesto no solo en los muchos cristianos que están perdiendo la vida por su fe en muchos países del mundo, perseguidos por el totalitarismo y el fanatismo, sino también en los que luchan en países como Turquía, Brasil y otros muchos para cambiar un orden injusto y una política en manos de corruptos, sostuvo que actualmente, en muchas partes del mundo, existen los mártires.
En este blog Voto en Blanco defendemos desde hace casi una década la idea de que en el mundo actual se está librando una guerra generalizada que enfrenta no a ejércitos de distintos países, como en el pasado, sino a ciudadanos cansados de soportar injusticias y abusos contra un poder político y financiero que se ha instalado en la corrupción, que muchas veces practica el abuso y la rapiña, que ha perdido la decencia y que se ha olvidado del concepto de servicio a los ciudadanos para instalarse en el privilegio, la suciedad y la mentira.
Esa "guerra" entre ciudadanos rebeldes y disidentes que quieren cambiar (mejorar) el mundo y fuerzas políticas y financieras que no quieren perder ni un ápice de sus privilegios y ventajas es y será, durante todo el siglo XXI, el eje de la Historia y el gran tema de nuestro tiempo.
Los conflictos que se han desarrollado en países como Túnez, Egipto y Libia y los que actualmente se desarrollan en Siria, Brasil, Turquía, Suecia, Grecia, Francia, España y otros muchos, unos con mas intensidad y otros con menos, responden todos al mismo patrón de rebeldía ciudadana frente esos "valores averiados" que menciona el papa, contra el abuso de poder y contra una casta de poderosos aliados (políticos y financieros) que quieren seguir dominando el mundo a toda costa, olvidándose de la democracia y de la decencia y atrincherándose en los privilegios y en un Estado del que se han adueñado, del que han expulsado a los ciudadanos y que manejan a su antojo, incluso utilizando a los policías, a los servicios secretos y hasta al mismo ejército contra su propio pueblo, toda una barbaridad irracional y cargada de ignominia a la que, por decencia y por abrir las puertas a la regeneración y a los valores perdidos, hay que poner fin.
Comentarios: