Siguen eligiendo a jueces y magistrados, controlando así a un poder judicial que debe ser independiente en democracia; siguen siendo verticales y antidemócratas en su funcionamiento interno, con el sometimiento al líder y la ausencia de verdadero debate como líneas dominantes; continúan financiándose con el dinero público, procedente de los impuestos de los atribulados ciudadanos españoles; siguen apoyando las antidemocráticas listas cerradas y bloqueadas; no hay acuerdo alguno para preservar la unidad de España frente al independentismo larvado de los socialistas catalanes; no han decidido, como el pueblo esperaba, una regeneración ética que incluya castigos, expulsión y obligación de devolver el dinero para los corruptos con carné del partido; el ciudadano sigue ausente de la democracia y marginado del proceso de toma de decisiones ¿Donde está, entonces, la renovación del PSOE que proclaman Rubalcaba, Susana Diaz y otros dirigentes socialistas? Todo es cosmética y todo sigue igual. Lo único que ha hecho el PSOE en su conferencia es lavarse la cara y tenderse en la camilla de los esteticistas.
Gran operación de cirugía estética y rostro atiborrado de botox para parecer renovado, pero el viejo PSOE sigue siendo el mismo: opaco, osado y reivindicador cuando está en la oposición, postura que cambia a corrupto, conservador y neoliberal cuando alcanza el poder. La renovación que proclama Rubalcaba es falsa porque el PSOE no ha asumido ni uno solo de los grandes cambios democráticos que les pedía la sociedad española, ni castigo para sus chorizos, ni despolitización del sistema judicial, ni renuncia a la financiación con dinero público, ni listas abiertas, ni nada de nada.
El partido, a pesar del baño de propaganda y de cosmética, sigue siendo el mismo: una maquinaría que todo lo pone al servicio del poder, no del bien común, ni de la democracia, ni del ciudadano.
¿Los perdedores de la conferencia? Una vez mas los ciudadanos y España.
Gran operación de cirugía estética y rostro atiborrado de botox para parecer renovado, pero el viejo PSOE sigue siendo el mismo: opaco, osado y reivindicador cuando está en la oposición, postura que cambia a corrupto, conservador y neoliberal cuando alcanza el poder. La renovación que proclama Rubalcaba es falsa porque el PSOE no ha asumido ni uno solo de los grandes cambios democráticos que les pedía la sociedad española, ni castigo para sus chorizos, ni despolitización del sistema judicial, ni renuncia a la financiación con dinero público, ni listas abiertas, ni nada de nada.
El partido, a pesar del baño de propaganda y de cosmética, sigue siendo el mismo: una maquinaría que todo lo pone al servicio del poder, no del bien común, ni de la democracia, ni del ciudadano.
¿Los perdedores de la conferencia? Una vez mas los ciudadanos y España.
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