El PSOE está indignado porque Zapatero ha roto su silencio y ha hablado ante la cadena de televisión árabe Al Jazeera. Los líderes socialistas habían "ordenado" a Zapatero que guardase silencio y que permaneciera en la sombra a toda costa para que su imagen, furiosamente negativa, deje de perjudicar a su partido. Zapatero no está de acuerdo con esa "sentencia" de sus compañeros de partido, pero dijo que la cumpliría. El desprestigio del anterior presidente y el rechazo que despierta entre los españoles son tan intensos que los expertos están asustados porque lejos de diluirse y descender, como habían previsto, están aumentando con el tiempo.
Desde que su partido fue barrido, por su culpa, en las ultimas elecciones generales, Zapatero está enclaustrado, contra su voluntad, pero acaba de romper su silencio ante la cadena árabe Al Jazzera, a la que ha declarado que si el hubiera gastado menos, los españoles habrían sufrido menos, una estupidez que genera rabian en los ciudadanos y que aumentará todavía más el rechazo al socialismo español .
Zapatero, en sus declaraciones, parece reconocer el error pero no asume su responsabilidad. Muchos españoles creen que debería ser juzgado por sus irresponsables estragos al país. Además de endeudarnos hasta la locura, permitió a las comunidades autónomas endeudarse también, suprimiendo el límite impuesto por una ley del gobierno anterior del PP. Esta es la razón principal de la crisis tan grave que estamos sufriendo. Si Zapatero tuviera un poco de vergüenza, pediría perdón a los españoles, reconocería sus inmensos errores, dimitiría de su cargo en el Consejo de Estado y renunciaría a sus retribuciones, haciendo así méritos para ser perdonado y evitar el juicio que merece.
Pero el PSOE tampoco quiere que pida perdón, ni que reconozca nada. Los asesores expertos del socialismo español sólo recomiendan que la nefasta imagen de Zapatero sea sepultada bajo toneladas de silencio y olvido. Es la única receta que encuentran para liberarse de la justa rabia de los españoles.
Pero se equivocan porque, por vez primera desde que se inauguró el nuevo régimen, el pueblo español no está dispuesto a olvidar que fueron los socialistas, bajo el mandato de Zapatero y Rubalcaba, los que les llevaron hasta la ruina. Aquella dinámica terrible según la cual la oposición se beneficiaba siempre de los errores del gobierno, ha dejado de funcionar en España. El PSOE no se está beneficiando con el fracaso de Rajoy y el evidente y merecido rechazo que el PP está generando por sus mentiras, errores e incapacidad para acometer las grandes reformas que España necesita: reducir drásticamente la dimensión del Estado y acabar con la indecente impunidad y la vulgar corrupción en la casta política española.
La última encuesta del diario "El Mundo" establece que nada menos que el 47 por ciento de los españoles tiene una mala opinión del actual gobierno de Rajoy, que baja 5.5 puntos, pero el PSOE no sube nada, todo un cambio con respecto a lo que ocurría casi matemáticamente, desde 1978. Los votos y adhesiones que pierde el PP se van a engrosar las filas de los abstencionistas, de los frustrados y de los que votarán en blanco, a UPyD o a cualquier partido pequeño que consideren que todavía conserva algo de decencia.
Desde que su partido fue barrido, por su culpa, en las ultimas elecciones generales, Zapatero está enclaustrado, contra su voluntad, pero acaba de romper su silencio ante la cadena árabe Al Jazzera, a la que ha declarado que si el hubiera gastado menos, los españoles habrían sufrido menos, una estupidez que genera rabian en los ciudadanos y que aumentará todavía más el rechazo al socialismo español .
Zapatero, en sus declaraciones, parece reconocer el error pero no asume su responsabilidad. Muchos españoles creen que debería ser juzgado por sus irresponsables estragos al país. Además de endeudarnos hasta la locura, permitió a las comunidades autónomas endeudarse también, suprimiendo el límite impuesto por una ley del gobierno anterior del PP. Esta es la razón principal de la crisis tan grave que estamos sufriendo. Si Zapatero tuviera un poco de vergüenza, pediría perdón a los españoles, reconocería sus inmensos errores, dimitiría de su cargo en el Consejo de Estado y renunciaría a sus retribuciones, haciendo así méritos para ser perdonado y evitar el juicio que merece.
Pero el PSOE tampoco quiere que pida perdón, ni que reconozca nada. Los asesores expertos del socialismo español sólo recomiendan que la nefasta imagen de Zapatero sea sepultada bajo toneladas de silencio y olvido. Es la única receta que encuentran para liberarse de la justa rabia de los españoles.
Pero se equivocan porque, por vez primera desde que se inauguró el nuevo régimen, el pueblo español no está dispuesto a olvidar que fueron los socialistas, bajo el mandato de Zapatero y Rubalcaba, los que les llevaron hasta la ruina. Aquella dinámica terrible según la cual la oposición se beneficiaba siempre de los errores del gobierno, ha dejado de funcionar en España. El PSOE no se está beneficiando con el fracaso de Rajoy y el evidente y merecido rechazo que el PP está generando por sus mentiras, errores e incapacidad para acometer las grandes reformas que España necesita: reducir drásticamente la dimensión del Estado y acabar con la indecente impunidad y la vulgar corrupción en la casta política española.
La última encuesta del diario "El Mundo" establece que nada menos que el 47 por ciento de los españoles tiene una mala opinión del actual gobierno de Rajoy, que baja 5.5 puntos, pero el PSOE no sube nada, todo un cambio con respecto a lo que ocurría casi matemáticamente, desde 1978. Los votos y adhesiones que pierde el PP se van a engrosar las filas de los abstencionistas, de los frustrados y de los que votarán en blanco, a UPyD o a cualquier partido pequeño que consideren que todavía conserva algo de decencia.
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