El sucio y lamentable "espectáculo" que han ofrecido en el Congreso los partidos políticos españoles, sobre todo el acosado PP, arrojandose mutuamente basura y acusándose unos a otros de corrupcion y de todo tipo de irregularidades y violaciones de la democracia y la ética, avergüenza a España, destroza la cacareada "marca España" y demuestra, hasta más allá de toda duda, que la clase política española no es digna de representar a los ciudadanos y que los grandes partidos se parecen demasiado a mafiosas asociaciones de maleantes.
Si alguien todavía tenía dudas sobre la podredumbre del sistema político español y sobre la indignidad de la casta política, que analice lo que ha ocurrido en la junta de portavoces del Congreso y no sólo se convencerá sino que, además, sentirá bochorno y vergüenza de tener políticos de tan baja estofa.
Es cierto que el bochorno y la desvergüenza alcanzan a toda la clase política, pero de manera especial afectan al PP y al PSOE, los dos partidos mayores, los que más tiempo han gobernado el país y los principales culpables de la situación de podredumbre y postración de España.
Quizás Europa debería pronunciarse, de manera excepcional, y exigir una regeneración política y ética en España, un país enfermo e infectado de cáncer político que amenaza con contagiar y desprestigiar a toda la Unión Europea.
La ausencia cobarde de Rajoy es también sucia y antidemocrática. El presidente esta obligado a dar la cara y aclarar si su partido, como parece, esta infectado de la peor corrupción, tan sucia y degradada que envilece a todo el país, a sus socios internacionales, a sus instituciones, empresas y a sus sorprendidos e indignados ciudadanos.
Si alguien todavía tenía dudas sobre la podredumbre del sistema político español y sobre la indignidad de la casta política, que analice lo que ha ocurrido en la junta de portavoces del Congreso y no sólo se convencerá sino que, además, sentirá bochorno y vergüenza de tener políticos de tan baja estofa.
Es cierto que el bochorno y la desvergüenza alcanzan a toda la clase política, pero de manera especial afectan al PP y al PSOE, los dos partidos mayores, los que más tiempo han gobernado el país y los principales culpables de la situación de podredumbre y postración de España.
Quizás Europa debería pronunciarse, de manera excepcional, y exigir una regeneración política y ética en España, un país enfermo e infectado de cáncer político que amenaza con contagiar y desprestigiar a toda la Unión Europea.
La ausencia cobarde de Rajoy es también sucia y antidemocrática. El presidente esta obligado a dar la cara y aclarar si su partido, como parece, esta infectado de la peor corrupción, tan sucia y degradada que envilece a todo el país, a sus socios internacionales, a sus instituciones, empresas y a sus sorprendidos e indignados ciudadanos.
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