Nuestros gobiernos han convertido España en un vertedero inmundo donde cada día son mas escuálidos los derechos y las libertades reales, salvo para la clase política y sus aliados financieros, que son los que acaparan todos los privilegios y los únicos que se benefician del poder.
No hace mucho me preguntaba un profesor de la Universidad de Sevilla recién jubilado: ¿tu que prefieres, una sociedad como la española, donde tipos como Blesa estén libres y disfrutando de lo que han saqueado, o una sociedad como la china, donde a saqueadores y corruptos se les suele fusilar y se obligan a sus familias a pagar el coste de la bala? Le respondí que prefería la española, pero desde entonces me asaltan las dudas, sobre todo si tengo en cuenta lo que él agregó: "pues yo prefiero la china porque las balas a pagar suelen ser muy pocas, ya que los ladrones y salteadores, ante el miedo a que se les fusile, dejan de robar y de comportarse como predadores canallas".
En Europa empiezan a aterrorizarse ante lo que España representa hoy. Para muchos estudiosos del planeta, España es el paradigma de lo que puede acumular de corrupto e indigno una sociedad falsamente democrática. El cobro, durante mas de una década, de un impuesto ilegal e injusto como el "céntimo sanitario", junto con la catarata de escándalos y asuntos tan turbios como las balas de goma disparadas contra inmigrantes en Ceuta, han abierto los ojos a muchos europeos, que miran a España como si contemplaran un monstruo degradado y sin principios ni valores. La última recomendación internacional a España choca de frente contra una injusticia profunda: le han pedido a Rajoy que baje todavía mas el coste laboral para que el país sea mas competitivo, pero le han dicho que en lugar de bajar todavía mas los salarios baje los impuestos.
España es un océano de indecencia e indignidad política. La voracidad fiscal del gobierno parece inagotable y cada día aparecen escándalos, argumentos y ejemplos mas aterradores que los anteriores, sin que nada ocurra, sin que ningún sinvergüenza pida perdón o dimita. El saqueo de las cajas de ahorros ha sido algo tan asqueroso y delictivo que repugna en todo el mundo. Carlos RH, uno de los colaboradores de este blog, dice en uno de sus últimos comentarios:
"Caixa Catalunya, entidad financiera presidida hasta su intervención por el ex vicepresidente del Gobierno Narcís Serra, prestó o invirtió 5.450 millones de euros en grandes empresas constructoras de Cataluña a sabiendas de que se hallaban técnicamente quebradas e incluso en situación concursal. Dos de las beneficiadas, Vertix y Comsa, que recibieron cientos de millones, estaban controladas por dos empresarios a los que Javier de la Rosa señaló ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía como «testaferros de Jordi Pujol y Artur Mas»: Felip Massot y Carlos Sumarroca". Quien no quiera entender que lo que ha ocurrido en España ha sido un robo a las arcas públicas y un saqueo generalizado de todas las instituciones por parte de políticos y ministros del Reino de España como este sinverguenza llamado Narcis Serra no está entendiendo nada."
La situación de la ciudadanía española es desoladora. Desarmada e impotente frente al abuso de poder y la obscenidad ética de la casta política, cientos de miles de españoles tienen que conformarse con rumiar su desprecio a los gobernantes corruptos que manejan sin decencia ni escrúpulos el país y el destino de todos. Muchos se pregunta ¿A quién podemos pedir socorro para que nos defiendan de los nuestros?
Cada día se estudia mas el caso de España como paradigma del deterioro de una democracia cuando cae en manos de gente que ni es demócrata ni posee valores éticos. En España se saquea y asola el país sin que esos crímenes tengan repercusión alguna y sin que los numerosos estafadores, saqueadores y corruptos de todo pelo y especie que se ocultan tras el poder tengan nada que temer. Ellos mismos se han atribuido el derecho a nombrar jueces y magistrados y así han configurada una Justicia capada que permite la práctica impunidad de los peores salteadores.
Las cajas de ahorros han sido saqueadas y cientos de miles de españoles, en su mayoría ancianos jubilados, han sido estafados y despojados de sus ahorros mediante la venta de productos trucados y delictivos como las participaciones preferentes y subordinadas, sin que ningún político haya exigido la devolución del dinero robado y la presencia de los estafadores ante los jueces. Las instituciones obligadas a cuidar de la limpieza del sistema financiero, con el Banco de España a la cabeza, miraron hacia otro lado o actuaron con complicidad ante la gran estafa.
Miles de políticos enriquecidos sin explicación, junto con los saqueadores y estadfadores, disfrutan del botín en urbanizaciones de lujo, circulan en coches de alta gama y tienen a sus hijos en colegios y universidades de élite, todo pagado con el dinero delictivo robado a los ciudadanos.
Una clase política que permite eso y cuyo ministro de Justicia, para colmo de desvergüenza, elimina la justicia gratuita e impone tasas judiciales que impide, en la práctica, que los desposeídos, estafados y humillados por el poder abusivo puedan reclamar, es una clase política que merece ser expulsada del poder y de la sociedad libre.
Europa y el mundo deberían tener presente, después de comprobar la espantosa realidad de España, que este país necesita un rescate ético y una invasión de jueces internacionales, antes que cualquier otro tipo de ayuda o cooperación.
¡Rescaten ustedes a los españoles, por favor!
No hace mucho me preguntaba un profesor de la Universidad de Sevilla recién jubilado: ¿tu que prefieres, una sociedad como la española, donde tipos como Blesa estén libres y disfrutando de lo que han saqueado, o una sociedad como la china, donde a saqueadores y corruptos se les suele fusilar y se obligan a sus familias a pagar el coste de la bala? Le respondí que prefería la española, pero desde entonces me asaltan las dudas, sobre todo si tengo en cuenta lo que él agregó: "pues yo prefiero la china porque las balas a pagar suelen ser muy pocas, ya que los ladrones y salteadores, ante el miedo a que se les fusile, dejan de robar y de comportarse como predadores canallas".
En Europa empiezan a aterrorizarse ante lo que España representa hoy. Para muchos estudiosos del planeta, España es el paradigma de lo que puede acumular de corrupto e indigno una sociedad falsamente democrática. El cobro, durante mas de una década, de un impuesto ilegal e injusto como el "céntimo sanitario", junto con la catarata de escándalos y asuntos tan turbios como las balas de goma disparadas contra inmigrantes en Ceuta, han abierto los ojos a muchos europeos, que miran a España como si contemplaran un monstruo degradado y sin principios ni valores. La última recomendación internacional a España choca de frente contra una injusticia profunda: le han pedido a Rajoy que baje todavía mas el coste laboral para que el país sea mas competitivo, pero le han dicho que en lugar de bajar todavía mas los salarios baje los impuestos.
España es un océano de indecencia e indignidad política. La voracidad fiscal del gobierno parece inagotable y cada día aparecen escándalos, argumentos y ejemplos mas aterradores que los anteriores, sin que nada ocurra, sin que ningún sinvergüenza pida perdón o dimita. El saqueo de las cajas de ahorros ha sido algo tan asqueroso y delictivo que repugna en todo el mundo. Carlos RH, uno de los colaboradores de este blog, dice en uno de sus últimos comentarios:
"Caixa Catalunya, entidad financiera presidida hasta su intervención por el ex vicepresidente del Gobierno Narcís Serra, prestó o invirtió 5.450 millones de euros en grandes empresas constructoras de Cataluña a sabiendas de que se hallaban técnicamente quebradas e incluso en situación concursal. Dos de las beneficiadas, Vertix y Comsa, que recibieron cientos de millones, estaban controladas por dos empresarios a los que Javier de la Rosa señaló ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía como «testaferros de Jordi Pujol y Artur Mas»: Felip Massot y Carlos Sumarroca". Quien no quiera entender que lo que ha ocurrido en España ha sido un robo a las arcas públicas y un saqueo generalizado de todas las instituciones por parte de políticos y ministros del Reino de España como este sinverguenza llamado Narcis Serra no está entendiendo nada."
La situación de la ciudadanía española es desoladora. Desarmada e impotente frente al abuso de poder y la obscenidad ética de la casta política, cientos de miles de españoles tienen que conformarse con rumiar su desprecio a los gobernantes corruptos que manejan sin decencia ni escrúpulos el país y el destino de todos. Muchos se pregunta ¿A quién podemos pedir socorro para que nos defiendan de los nuestros?
Cada día se estudia mas el caso de España como paradigma del deterioro de una democracia cuando cae en manos de gente que ni es demócrata ni posee valores éticos. En España se saquea y asola el país sin que esos crímenes tengan repercusión alguna y sin que los numerosos estafadores, saqueadores y corruptos de todo pelo y especie que se ocultan tras el poder tengan nada que temer. Ellos mismos se han atribuido el derecho a nombrar jueces y magistrados y así han configurada una Justicia capada que permite la práctica impunidad de los peores salteadores.
Las cajas de ahorros han sido saqueadas y cientos de miles de españoles, en su mayoría ancianos jubilados, han sido estafados y despojados de sus ahorros mediante la venta de productos trucados y delictivos como las participaciones preferentes y subordinadas, sin que ningún político haya exigido la devolución del dinero robado y la presencia de los estafadores ante los jueces. Las instituciones obligadas a cuidar de la limpieza del sistema financiero, con el Banco de España a la cabeza, miraron hacia otro lado o actuaron con complicidad ante la gran estafa.
Miles de políticos enriquecidos sin explicación, junto con los saqueadores y estadfadores, disfrutan del botín en urbanizaciones de lujo, circulan en coches de alta gama y tienen a sus hijos en colegios y universidades de élite, todo pagado con el dinero delictivo robado a los ciudadanos.
Una clase política que permite eso y cuyo ministro de Justicia, para colmo de desvergüenza, elimina la justicia gratuita e impone tasas judiciales que impide, en la práctica, que los desposeídos, estafados y humillados por el poder abusivo puedan reclamar, es una clase política que merece ser expulsada del poder y de la sociedad libre.
Europa y el mundo deberían tener presente, después de comprobar la espantosa realidad de España, que este país necesita un rescate ético y una invasión de jueces internacionales, antes que cualquier otro tipo de ayuda o cooperación.
¡Rescaten ustedes a los españoles, por favor!
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